Hablar de suicidio es hablar de uno de los actos más complejos que puede realizar un ser humano. En algunas culturas se le usa como una manera honorable de recuperar la dignidad o terminar una humillación. En el ámbito religioso muchas creencias lo consideran un pecado. La religión católica lo considera como el mayor de todos los pecados.
Si bien las causas que pueden llevar a una persona al suicidio son muy variadas y diversas, las estadísticas muestran que en la mayoría de los casos se conjuntaron dos factores decisivos: una depresión profunda y un sentimiento de completa desesperanza.
El suicidio es en la mayoría de los casos la consecuencia de perder el sentido de la vida y la necesidad de terminar con un intenso sufrimiento.
Hay que reiterar: la depresión y la desesperanza son factores que aparecen en la mayoría de los casos de suicidio, pero no son los únicos ni están siempre presentes.
Cuando alguien padece un cuadro depresivo es posible que su visión de la vida se distorsione y se reduzca únicamente a los aspectos negativos, dejando los aspectos positivos como algo inalcanzable e inmerecido, o se ignoran definitivamente.
Se deben tener objetivos futuros en la vida.
La desesperación puede ser pasajera, es decir, se puede sentir desesperación ante una situación y nada más. Cuando se siente desesperanza se pierde toda ilusión en el futuro. En la desesperanza la vida carece de todo sentido, y por lo mismo se pierde la motivación para hacer las cosas.
Es importante dejar claro es que el suicidio no esta limitado a algún nivel social o económico. No hay un tipo especifico de persona que esté susceptible, o libre, de tener ideas suicidas.
Dejar de sufrir. Ser escuchado. Alguien en quien confiar. Saber que alguien se preocupa por él o ella.
No quiere ser juzgado. No quiere quedarse solo. No quiere recibir consejos. No quiere ser interrogado. No quiere que le den ánimo. No quiere ser analizado. No quiere críticas. No quiere comparación. No quiere lastima. No quiere compasión.
Cabe mencionar que las siguientes son situaciones que no por fuerza terminan en suicidio, y tampoco son las únicas que pueden disparar en alguien la idea del suicidio, pero es importante no perderlas de vista para prevenir un suicidio:
Cualquier señal de ideas suicidas debe ser tomada en serio.
Hay muchas ideas y teorías acerca de como prevenir un suicidio.
Se dice que cuando alguien se quiere suicidar lo hace sin ningún aviso previo. Se dice que quien se quiere suicidar y da señales y avisos de este deseo es porque realmente no quiere suicidarse sino que esta pidiendo ayuda.
Como sea, hay actitudes que pueden avisarnos sobre la presencia de ideas suicidas, ya sea que se lleven a cabo o no. Estos avisos son, entre otros:
Y sobre todo es importantísimo no quitar importancia a cualquiera de estas señales si existen antecedentes de intentos de suicidio previos, no solo en la persona sino en la familia directa.
Usted, ¿ha tenido ideas suicidas? ¿tiene ideas suicidas? ¿conoce a alguien que tiene ideas suicidas?
No lo dude. Es posible prevenir un suicidio pero tiene que actuar lo más pronto posible.
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